miércoles, 12 de marzo de 2014


By on 08:30


¿Sabíais que somos capaces de evitar conflictos con otros perros gracias a las señales visuales que emitimos con la cara?, ¿Intuíais que expresamos nuestro estado de ánimo y predisposición para jugar o pelear a través de nuestra cola? o ¿Habíais oído alguna vez que los perros diestros suelen ser más eficaces en las pruebas para ejercer como guías de personas invidentes? Como veis hoy me ha dado por preguntar y es que creo que con este post os ayudaré a que sepáis interpretar mejor nuestras partes del cuerpo para saber cuál es nuestro estado de ánimo.

Para ponernos en situación la primera ocurre “antes de atacar”. Solemos lanzar toda una serie de avisos faciales, entre los que se encuentran los siguientes: enseñamos los dientes de forma muy intimidatoria; arrugamos el hocico, de forma que mostramos la dentadura, sobre todo los colmillos.


Como ya todos bien sabéis mi historia y por qué estoy aquí, hoy os quiero ayudar a que sepáis más de cómo es nuestro estado de ánimo según como estén diferentes partes de nuestro cuerpo. Para ello, con prestarnos un poco de atención podréis saber perfectamente nuestras emociones, si estamos tristes, alegres, enfadados, etc.

Nuestra cola habla por nosotros, es similar a una bandera que se ve en la distancia y que emite señales sobre el estado del ánimo e intenciones del perro. De esta forma, un perro que está en el parque puede comunicar a otro que se encuentra a varios metros de distancia si está dispuesto a entablar relación y se encuentra de buen humor. O si, por el contrario, prefiere mantener las distancias.

Una cola levantada en un perro puede tener varios significados, según el resto de señales que emita su cuerpo. De manera que si tiene la cola y las orejas rectas, puede significar que algo le llama la atención y está atento.

La cola en movimiento, de derecha a izquierda, indica que el perro está contento. Si además, se acompaña de la postura del cuerpo encorvada, con la cabeza agachada y emite algún gemido, significa que implora caricias y atención de una manera sumisa.

El pelo de la cola erizado indica que el perro está enfadado y puede hacer alguna exhibición amenazante con los dientes o algún ademán de ataque para advertir a su interlocutor, de que se aleje.

La cola entre las patas traseras del perro es otra señal que, en este caso, transmite a sus interlocutores sumisión. Un perro con el cuerpo encorvado, las orejas pegadas a la cabeza y la cola entre las patas traseras comunica: "No quiero problemas, soy pacífico y haré lo que tú me pidas".

Somos mucho más complejos de lo que pensáis e iré amliando la información, pero me encantaría que al terminar de leer este post compartierais conmigo si teníais conocimiento de alguna de estas curiosidades. Así sabré si os he servido de ayuda o no.Gordonéame!

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Cuentame algo, me siento muy sólo.

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